Qué sistema ERP debo elegir

Decidir el sistema ERP adecuado para nuestra empresa es una decisión difícil debido a sus implicaciones. Para ganar en eficiencia y productividad es necesaria la unificación de herramientas, minimizando el número de éstas, y continuar cumpliendo con la mayoría de las necesidades.

Es muy recomendable elegir un sistema de gestión integral, unificando y simplificando procesos. No obstante, eso puede provocar que nos enfrasquemos en una tarea nada fácil. Por ese motivo, una de las fases más importantes en la elección del software adecuado es conocer los requisitos imprescindibles de todo aquel que ha de trabajar o interactuar con el sistema.

Requerimientos de un sistema ERP

Debemos tener clara la lista de requerimientos imprescindibles, importantes y deseados. Sin este listado, es complicado poder elegir un sistema que cumpla con las características necesarias.

Para conseguirlo, la mejor forma es involucrar, como mínimo, a una persona de cada área que se verá afectada. De esta forma, conoceremos de primera mano las necesidades y los objetivos que debe cumplir nuestro sistema ERP.

Anteriormente hemos comentado la necesidad de unificar sistemas. Será complicado poder unificar en uno solo, por lo que nuestro nuevo sistema ERP ha de poder intercambiar información con aquellos sistemas que no se pueden integrar, pero que sí contienen datos necesarios para nuestro ERP. Además, esta característica se ha de tener muy en cuenta de cara a la migración de información del sistema actual al nuevo elegido. No poder realizar una migración de datos adecuada significa perder años de trabajo.

Una vez definido el presente, se debe pensar en el futuro. El sistema ERP ha de cumplir los objetivos actuales y los venideros. Por ello, se debe contemplar un sistema que sea flexible y escalable y así evitar posibles limitaciones que se puedan plantear en un futuro.

Por último, nos queda una cuestión no menos importante: elegir el proveedor adecuado. Se debe escoger un proveedor que nos acompañe en todo el proceso de diseño e implementación, pero también es muy necesario tener en cuenta que soporte tendremos después. Se debe valorar que tipo de mantenimiento nos ofrecen y asegurar que se realizarán las actualizaciones del software necesarias. Un ejemplo claro es ICM.